Hoy es uno de esos días en que los pensamientos van y vienen por mi cabeza, algunos alegres, otros algo melancólicos, otros llenos de recuerdos y/o vanidades. Hoy es uno de esos días en que dan ganas de escribir y desahogarte de alguna forma con las teclas del computador, como si las letras de cada palabra se llevaran parte de esa pena, de ese cansancio psicológico, parte de esa cantidad enorme de pensamientos que te inundan la cabeza.
Hoy es uno de esos días en que una buena taza de café, un lápiz y una hoja son capaces de encerrarte en un estado neutro, un estado en que estas solo, en que tu cabeza es azotada por mil pensamientos y tus dedos bailan con el lápiz haciendo visible ese caos mental.
Hoy es uno de esos días en que nadie puede escucharte y comprenderte mejor que tus propias palabras traspasadas a un texto. En que el mejor desahogo es esa página en blanco que entiende hasta lo que uno mismo no entiende y que "escucha" hasta lo que no quiere "escuchar".
Hoy es uno de esos días en que la soledad es buena compañera... y en que la inmensidad del universo se hace tu metro cuadrado...
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