domingo, 31 de octubre de 2010

Cómo todo cambia


Me veo aquí parada, frente a esto, frente a aquello, todo es completamente ajeno a mí. Veo tanto movimiento, tanto pasar, todo es flash, todo es tiempo, todo es caos. Mi nueva ciudad, aun que no es mía, ni de nadie, yo soy de ella más bien.
Me veo aquí parada, frente a nada, frente a una inmensidad que no reconosco, frente a nadie. Tanto ruido, tanta luz. Tan poco tiempo, aunque siguen siendo de 24 horas los días y de 7 días la semana.
Cómo cambian las cosas, cómo cambia la vida. De un día a otro me vi enfrentando esto, sola, "obligada" a crecer y madurar, enfrentando el giro 180 que dio mi vida, mi rutina. Es fuerte, si. A veces me sobrepasa, como hoy. A veces me llena de orgullo y alegría. Porque sigo mi sueño, sigo lo que amo. Hay que atreverse a saltar, no? y nunca se sabe cómo caerás, pero hay que atreverse, así es la vida, así la creo yo. No me gusta la monotonía. Detesto la monotonía. Por eso, verme aquí, me alegra...

La verdad, ahora, quiero llorar, quiero salir corriendo por las calles, por todo eso desconocido que me rodea y gritar en lo más alto de un cerro lo que salga de mí. Y no sé porqué. Tal ves me hacen falta esos abrazos, esas sonrisas, esos te quiero de mi gente cercana. Tal ves extraño esos rostros. Tal ves necesite más fuerza. Tal ves.. me creo incapaz de llevar esta mochila sobre mis hombros...

Esta ciudad que veo aquí, frente a mí, es la dueña de mi sueño, aunque no lo quiera...